domingo, 11 de mayo de 2014






Asociacion Waldorf Cantabría

Thurit Ambruster

Sarón, 10 de mayo de 2014






Conociendo a una de las referencias más apreciadas 
dentro de la pedagogía Waldorf, Thurit. Dirige la escuela, El Puente Azul en Valladolid, es formadora y conferenciante y una magnifica comunicadora con la habilidad de crear espacios y trasladar a los presentes, que una vez fuimos niños,  a la pura  vivencia del sentir para tomar conciencia de la importancia del juego libre y de los ritmos en la infancia, fundamentalmente de 0 a 7 años.




Tuvimos ocasión de recorrer una muestra del  transcurrir del espacio/ tiempo de un aula de infantil, a lo largo de la mañana, Comprobando cuan trascendente resulta para la salud y la integridad del ser, el respeto de los ritmos, de los proceos, unido a la responsabilidad  por nuestra parte, frente a una gran capacidad de imitación de los pequeños que, tienen en nosotros sus referncias primarias como figuras de apego y de valores.










Mientras, nos prestabamos a recrear un escenario con figuritas realizadas con cera de abeja, según la propuesta de Thurit, para comprobar la fuerza necesaria que se debe realizar antes de modelar, siendo necesario un amasado y previo calentamiento para dar después  la forma  deseada. Fuerza y Voluntad




Los niños son pequeños en tamaño pero grandes en fuerza de voluntad. 
Son curiosos,colaboradores, participativos, y sobre todo muy activos y dinámicos. La gran pregunta: ¿Cómo puede la educadora  acompañar a ese gran potencial en activo y en pleno desarrollo?. La respuesta: con Presencia y Conciencia...¿¿ Y cómo adquirimos semejantes herramientas y la actitud para ello?. Con profundo respeto con amabilidad y generosidad en la mirada, con dulzura y ternura en cada acto consciente y en cada gesto, en cada movimiento...




¿Y quién cuida a la educadora?, ella misma, en la observación de lo mencionado se produce una retroalimentación y una reposición  de las energias...

Y sobre todo mucho autoconocimiento, renovándonos día a día conjuntamente en la vivencía. Dandonos el permiso y tomando conciencia de nuestras necesidades para hacer frente a nuestra Tarea. 
  


Lo más tranquilizador frente a todo esto fué cuando algunas de las madres presentes confesó que es necesario mucha Coherencia familiar, conciliando  con la escuela, creando  y generando impulsos constructores y constructivos en la misma dirección...

Después de esto me relajé y tuve una visión... una realidad más natural y compartida.













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